El océano Pacífico acaricia las costas de las 36 impresionantes playas de Huatulco, repartidas a lo largo denueve bahías, que están dotadas de cálidas aguas y dorada arena. Esta zona fue un exitoso puerto comercial y el lugar predilecto de piratas y navegantes isabelinos como Sir Francis Drake en 1578 y Sir Thomas Cavendish en 1587. En enero de 1832, durante la Guerra de Independencia, los hermanos mexicanos Picaluga traicionaron al insurgente revolucionario Vicente Guerrero en la costa de Huatulco y lo entregaron a un pelotón de fusilamiento –la playa donde se dice que tuvieron lugar estos acontecimiento se llama “La Entrega”.
Situado en la costa del estado de Oaxaca, Huatulco se extiende a lo largo de 32 kilómetros de la costa del Pacífico mexicano, entre los ríos Coyula y Copalita. Huatulco se encuentra únicamente a 225 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, — aún cuando tendremos que cruzar una sinuosa cordillera de montañas para poder llegar– y a 50 minutos en avión desde la Ciudad de México. En la década de 1980, Huatulco fue declarado reserva protegida, con una infraestructura turística de clase mundial de hoteles de lujo, restaurantes, clubes nocturnos, antros y campos de golf, y una pequeña zona urbana llamada La Crucecita.
No podemos dejar de tomar un paseo alrededor de las nueve bahías de Huatulco en una lancha de motor parcialmente cubierta por un toldo; una excursión asequible que podemos organizar fácilmente por medio de los operadores locales. Este paseo de tres horas ofrece una excelente excursión por los sorprendentes entornos, las playas escondidas, la flora y la fauna, todas ellas inspiración de historias mágicas que nos transportarán a través del tiempo a una era mítica, llena de aventuras.
En la actualidad, encontraremos que Huatulco continua siendo uno de los destinos más relajados de México. La pieza central del encanto de Huatulco es una serie de nueve bahías, las cuales abarcan 36 playas y numerosas ensenadas y caletas, cada una con un entorno y ecología únicos. Todas se caracterizan por sus ensoñadoras playas de arena dorada y aguas cristalinas, sin embargo, las bahías permanecen deliciosamente intactas, y algunas veces, únicamente son accesibles por lancha.